jueves, 12 de abril de 2018

Órbita




Me zambullo en los relatos de Órbita, de Miguel Serrano Larraz, que llevaba un tiempo queriendo leer y que no me han defraudado, ni mucho menos. Curiosamente, siendo yo un lector tan cortazariano, los que menos interés me han producido son los dos donde más se advierte la influencia del argentino: “Shaman’s Blues” y “Estrategia del aplauso” (sobre todo este último, donde me parece que el pastiche resulta un poco excesivo). Ese detalle, en todo caso, no disminuye el valor de esta obra, que me parece notable. Miguel Serrano sabe controlar los mecanismos narrativos, el ritmo del relato y la alternancia de voces, que pone al servicio de unos argumentos muy llamativos: un adolescente con superdotación intelectual que está convencido de que cierto divulgador científico de gran renombre escribe solamente para comunicarse con él (“Órbita”); un estudiante que muere a los veintidós años por un comportamiento estúpido y que se reencarna en un elemento insospechado (“Perspectivas”); una curiosa colección de cartas que un chica va recibiendo de forma anónima en su buzón (“Y sólo del amor queda el veneno”); un excéntrico matemático que descubre la prueba de la existencia de Dios y que ve peligrar su vida a partir de entonces (“Y así sucesivamente”); etc.
Poderosos, solventes y bien desarrollados, los relatos de Órbita ofrecen a los lectores un prisma heptagonal al que difícilmente se aproximarán sin aplauso y del que guardarán un buen recuerdo. Lo distinto, cuando está impregnado de calidad, se transforma en memorable.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Aqui la que está fuera de órbita soy yo...anotado queda porque no tenía ni idea de este libro...

Besitos.