jueves, 6 de julio de 2017

Cuatro historias increíbles



¿Quién dijo que la investigación es aburrida? ¿Quién dijo que meterse en el cosmos polvoriento de los archivos y las hemerotecas incorpora una buena dosis de tedio, tanto para el investigador como para sus lectores? El periodista Pedro Soler acaba de editar con el sello La Fea Burguesía el volumen Cuatro historias increíbles, donde demuestra lo absurdo de esos prejuicios. Allí, condensadas magistralmente, nos encontramos con un póker de historias de los siglos XVIII y XIX en las que bandolerismo, milagros religiosos y crímenes se unen en doscientas páginas memorables, para solaz de curiosos.
En la primera nos topamos con las peripecias, desafueros y atrocidades del legendario Jaime Alfonso El Barbudo quien, desde su cuartel de la sierra de la Pila (“sin salir casi nunca de las jurisdicciones de Abarán, Abanilla, Blanca y Fortuna”, p.37) aterrorizó con sus robos, provocaciones y asesinatos una amplia zona comprendida entre Murcia y Alicante, hasta que en julio de 1824 fue ahorcado y descuartizado como escarmiento público por sus desmanes.
En la segunda nos remontamos hasta mediados del siglo XVIII, en Mula, donde las tinajas vacías de un convento se vieron, de pronto, llenas de un aceite suave y delicioso, que arregló los estómagos de las religiosas de digestión difícil y que, incluso, provocó que una de ellas, incomodada por accesos de tos, no los volviera a tener (p.117).
En la tercera, sor Teresa de la Santísima Trinidad es la protagonista de una serie de vistosas apariciones y locuciones, muy respetuosas siempre con la ortodoxia y la iconografía al uso.
Y en la cuarta, quizá la más novelesca de todas por su trazado y resolución, se nos refiere el caso de Josefa Gómez, una adúltera que envenenó el café de su marido con estricnina en complicidad con su amante y que murió mediante garrote vil. La crónica de esa ejecución, que se extiende de la página 197 a la 203, sigue poniendo los pelos de punta, por obra y gracia del abaranero Pedro Soler, dueño de una pluma tan meticulosa como eficaz.

La Fea Burguesía continúa engrosando un catálogo admirable y que promete convertirse en poco tiempo en una referencia regional y nacional.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Mi querido profesor, tengo que llamarte así porque cada vez que vengo aprendo algo nuevo...e intetesante. Si no me llegas a presentar tú a autor y libro, hubiera pasado de largo solo con ver portada y título.

Luego investigo más.
Besitos 💋💋💋