lunes, 16 de noviembre de 2015

La Hermandad de la Sábana Santa



Las pruebas con el carbono-14 que han efectuado los expertos han sido determinantes: la conocida como “Sábana Santa” de Turín puede ser datada en el siglo XIII. Tal vez en el XIV. Se trataría, pues, de un objeto admirable y sin una explicación científica convincente, pero que en modo alguno se relaciona con el sudario que envolvió presuntamente a Jesús de Nazaret después de su muerte. Julia Navarro lo sabe, como lo sabe cualquiera que se haya molestado en leer con cierta profundidad sobre este asunto… Pero la escritora encuentra una salida muy hábil para justificar la existencia de este tejido sin desmentir su procedencia milagrosa. Y lo hace en su aclamado texto La Hermandad de la Sábana Santa.
Se trata de un libro de consumo, sin excesivas pretensiones literarias, donde la madrileña introduce todos los ingredientes que el público espera ansioso de un volumen de estas características: templarios que se mantienen camuflados en la sombra y que aparecen infiltrados en todas las altas capas de la sociedad (gobiernos, finanzas, Vaticano); sacerdotes equívocos que saben más cosas de las que quieren reconocer o hacer públicas: asesinos a sueldo que no vacilan a la hora de acometer sacrificios por su jefe (incluso dejarse cortar la lengua para no delatar a sus superiores en caso de ser capturados); misteriosos túneles subterráneos que horadan la ciudad de Turín; “topos” cuya identidad no queda esclarecida hasta el final de la novela; y, por supuesto, una organización religiosa de inmenso poder que, desde hace siglos, conspira en secreto para obtener la posesión de la Síndone. Nada nuevo bajo el sol.
La obra no resulta espectacular desde el punto de vista literario, ni tampoco nos entrega excelencias desde el punto de vista psicológico (los personajes son tan convencionales que incurren en el cliché), pero aportará horas de distracción a un segmento amplio de lectores y eso es perfectamente legítimo y respetable. Si ya han leído obras de esta temática prepárense para recibir más de lo mismo. Si no lo han hecho creo que disfrutarán bastante. A unos y otros les aconsejaría que se detuvieran sobre todo en la parte de la novela que transcurre durante el reinado de Abgaro de Edesa: creo sinceramente que es lo mejor del libro.

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